"Ser un buen ciudadano no significa cumplir las normas por miedo al castigo, sino ser capaz de elegir por voluntad propia el respeto", Teresa Azuaga - 2º BACHILLERATO
Me dirijo a todos vosotros y vosotras para tratar un tema que estoy segura de que todos, en un mayor o menor grado, controláis. Según la RAE el civismo se define como: “Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública”. No podemos negar que es esencial en la estabilidad y evolución de la sociedad el respeto de estas normas, y por lo tanto también lo será dentro del centro educativo.
El civismo es la mejor herramienta para lograr que el instituto sea un lugar agradable y seguro, para que todos y todas nos tratemos como iguales sin importar el género, la cultura, la religión o la raza. El civismo significa paz, significa armonía, significa respeto. Se dice que al imponer normas al individuo, se le oprime, se le quita la libertad. Pero verdaderamente, es cuando se establecen estas normas cuando empieza la libertad, cuando cada ser humano puede empezar a desarrollarse. Los deberes y los derechos son dos caras de la moneda del civismo, todos queremos ser respetados y tener una serie de derechos básicos, pero para ello tenemos que respetar a los demás nosotros también. Hay una frase que dice: “trata a los demás como quieras que te traten a ti”. Desde mi punto de vista, este concepto es erróneo. Debemos tratar a los demás como quieran ser tratados ellos, el respeto empieza por la empatía y la capacidad de comprensión.
Al llegar a este instituto desde otro centro, no estaba segura de lo que me iba a encontrar. Estaba nerviosa y llegué a tener un poco de miedo. A día de hoy puedo decir que no puedo estar más contenta de graduarme este año con los compañeros y compañeras que me han tocado. Juntos hemos madurado y hemos aprendido a respetarnos desde el primer momento a pesar de que no podemos ser más diferentes. Hemos creado un clima cívico dentro del aula, a pesar de que a veces se rompa. Poco a poco hemos aprendido a ser estudiantes respetuosos, lo que nos convierte en ciudadanos respetuosos. No solo con las demás personas, también con el medioambiente y el entorno que nos rodea. Ser un buen ciudadano no significa cumplir las normas por miedo al castigo, sino ser capaz de elegir por voluntad propia el respeto.
Como he dicho antes, civismo significa paz,
significa armonía, significa respeto. Si somos capaces de desarrollar un
ambiente cívico dentro del centro educativo, estaremos preparados para hacerlo
cuando salgamos al mundo.
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